Previo al comienzo de la pandemia, el reporte Deloitte Global Millennial Survey, expusó que 70% de la población millenial y centennial consideraba que una transición eventual a modelos de home office tendría impacto en los niveles de estrés de los colaboradores. No estaban equivocados. Un reporte de Statista refiere que alrededor de 51% de la fuerza laboral se ha sentido más estresada trabajando desde casa, derivado del confinamiento por Covid-19.
No obstante, la transición hacia esquemas presenciales tampoco ha sido fácil. Representa un gran reto para las empresas y para sus colaboradores, pues éste muchas veces va acompañado de cambios en las dinámicas de trabajo e incluso esquemas híbridos que pueden llegar a ser confusos.
“Es importante que las compañías planifiquen cómo va a llevarse a cabo el regreso al trabajo presencial con el propósito de evitar o minimizar la incertidumbre, la sensación de inseguridad, tensión emocional, entre otros padecimientos relacionados por los colaboradores” señala Leonel Hernández, CEO de Care Assistance, una plataforma virtual wellness enfocada en apoyar compañías para generar programas y acciones para la salud y el bienestar para sus colaboradores.
Sin disposición para regresar
En un policy brief de la Universidad de Stanford, se registró que alrededor de 20% de la población no estaba dispuesta a regresar a las oficinas, mientras que 25% prefería regresar a un esquema de 5 días presenciales a la semana.
“No hay respuestas únicas al problema del cambio de home office a presencial. La pandemia se vivió de diferentes formas. Hay quien la pasó excelente en casa: con tiempo para hacer ejercicio, estar con sus familiares y amigos; pero también están quienes tuvieron que cuidar familiares enfermos, trataron de trabajar en un departamento pequeño al mismo tiempo que sus hijos tomaban clases en línea y se enfrentaron a estar disponibles 24/7 para su trabajo”, añade Levin.
Datos de OCCMundial señalan que en mayo de este año, el 86% de las ofertas de trabajo fueron para puestos en formato presencial; el 9% en híbrido y sólo 5% en home office. Lo cual habla de que la modalidad presencial es y será cada vez mayor.
De acuerdo a datos de la Asociación Americana de Psicología (APA por sus siglas en inglés), en 2021, el 84% de los trabajadores en Estados Unidos reportaban un estrés prolongado y constante en sus vidas laborales. Esto corresponde con las formas en las que el home office permitió que las personas, perpetuamente conectadas, atendieran asuntos de trabajo a todas horas de sus días.
Evidentemente las personas han librado diversas batallas, ya sea producto de la crisis de la Covid-19, la incertidumbre, ansiedad, tristeza, depresión; el foco de esto es que la vida profesional acaba siendo un reflejo de la personal. Es por ello que muchas compañías están diseñando planes de regreso paulatino en los que consideran el bienestar de los colaboradores como pieza clave del regreso a las oficinas.
Care Assistance sugiere que esa transición se haga considerando los siguientes aspectos:
1) Medidas sanitarias. Es probable que la oficina haya sufrido una serie de cambios desde que comenzó la pandemia, desde la organización de los escritorios hasta el proceso de ingreso. Por ello, es importante hablar con los gerentes o el departamento de recursos humanos para tener mapeados los cambios y las medidas sanitarias de la empresa como el uso de cubrebocas, el lavado de manos, etc.
2) Planes de activación física. Algunas personas aprovecharon la pandemia como una oportunidad para mejorar su hábitos de ejercicio o alimentación. Tener una buena salud física es clave para el desarrollo de los colaboradores. Ante eso las empresas deben implementar planes estratégicos que impulsen el ejercicio, ya sea de alto impacto o con rutinas de activación física en la oficina, que además sirven como momentos de desconexión.
3) Cuidado de la alimentación. Algunas empresas están evitando la comida, cafeterías o comedores comunitarios. Por lo tanto, es posible que más colaboradores deban recurrir a otros espacios a la hora de la comida. Ya sea que busquen opciones cerca del trabajo o lleven sus propios alimentos. Este cambio parece pequeño pero puede dar paso a malos hábitos alimenticios.
Ante esta situación es importante que las empresas implementen planes de alimentación saludable, en particular para los colaboradores que tienen enfermedades crónicas, sobrepeso u obesidad.
4) El estado emocional nunca fue más importante. Trabajar desde casa se convirtió en la norma para muchas empresas como un esfuerzo por disuadir la propagación de Covid-19; no obstante ante los cambios drásticos de los últimos años y la presencia del virus, es importante que la empresas se enfoquen en escuchar y acompañar a sus colaboradores tanto en sus dudas e inquietudes, así como en su estado emocional, a través de especialistas que les ayudarán a canalizar su estrés y preocupaciones.